¿Mi nombre?... NoA

Hola, mi nombre es Noa. Tengo, si mal no recuerdo, 12 años. Vivo en un lugar muy lejano donde los días son sueños, los sueños son fantasías, las fantasías son utopías y las utopías son mi realidad. Sí, una realidad en la que no hay barreras, no hay sueños sin cumplir… esa realidad es mi imaginación. Nunca me defrauda, siempre está ahí cuando me hace falta sin necesidad de cerrar los ojos. Acude sin ser llamada. Ella es, sin ninguna duda, mi mundo perfecto. Mi imaginación me ayuda a salir de los momentos negativos que rodean a las personas, esos que hacen encogerte de hombros y sentirte vacía. Llevo viviendo en este mundo paralelo desde los 7 años. Antes vivía como otros muchos niños, en un lugar llamado Tierra. Decidí embarcarme en el mundo de la imaginación cuando vi que todo mi alrededor se derrumbaba: en casa las cosas no eran como antes ya que mi padre se fue a Egipto en busca de aventuras, mi madre, que sentía un amor enorme por él, le siguió dejándome en manos de mis abuelos. Se marcharon sin despedirse. Abu Carlos y Abu Lucía, que así llamo a mis abuelitos, me contaron que mi padre era un cazatesoros y que por muy lejos que él y mamá estuvieran, me seguían queriendo. En el cole me llamaban “la niña abandonada” y yo no hacía otra cosa que agachar la cabeza y llorar, por ello, dejé de ser la niña abandonada y me convertí en “la niña llorona que sus padres no quieren y abandonan”. Pasaron los meses y no tenía noticias de mis padres. Busqué refugio en mi incondicional y fiel amigo Flipper, un perrito que mi Abu Carlos me compró tras la marcha de mis padres. De la noche a la mañana, Flipper desapareció. Lo busqué insistentemente pero nunca apareció. Me pregunté por qué toda la gente a la que quería me abandonaba, primero mis padres y luego Flipper, ¿quién sería el siguiente? Por ello, decidí que si yo no estaba preparada para el mundo que me había tocado vivir, crearía un mundo a mi medida, un mundo en el que nada ni nadie me abandonaría ni me haría llorar. Un mundo en el que los sueños se hacen realidad. Mi mundo, "el Mundo de Noa".